Discusión:Monografico de Proyectos 2023-2024/DIGLIO,CAMILLA
La arquitectura siempre ha sido un tema muy complejo y articulado. Crear algo donde antes no existía nada es un concepto extremadamente fascinante. Trabajar con la arquitectura y todo lo que conlleva es un trabajo muy delicado, las cuestiones a tener en cuenta siempre han sido muchas y sobre todo poco triviales. En los últimos años, a esta dificultad se ha sumado la medioambiental. El concepto de preservar lo que el mundo nos ha dado nunca ha sido tan pronunciado como hoy. De hecho, estamos sufriendo las consecuencias de años de indiferencia y desinterés por el problema, a menudo debido también a una ignorancia común. La relación entre el hombre y el medio ambiente que hemos construido a lo largo de los años es extremadamente tóxica y destructiva para él y, en consecuencia, también para nosotros. ¿Se ha vuelto importante este discurso, y no para todos, hace demasiado poco, quizá incluso demasiado tarde? La naturaleza tal y como la conocemos actualmente es el resultado de años de cambios y de la violencia que le hemos infligido, todo lo que se nos ha dado lo hemos consumido y arruinado. Hoy en día el discurso es cada vez más delicado, y aunque en la mente de la gente planea el pensamiento común de que ya es demasiado tarde, debemos tomar medidas para intentar salvar lo que podamos e intentar crear una relación sana y equilibrada con los recursos que tenemos. Afortunadamente, la arquitectura se ocupa cada vez más de esta cuestión, ya que los movimientos ecologistas se han vuelto aún más globales. Dar marcha atrás no siempre es una opción, pero quizá la profesión arquitectónica pueda empezar a pensar en cómo hacerlo. Retirar lo que se ha puesto en un lugar donde no debía estar empieza a ser una línea de razonamiento que muchos hacen, pero que quizá pocos aplican todavía. Quitar en lugar de añadir, dejar respirar a esta naturaleza que durante tantos siglos ha sufrido y padecido por nuestra ignorancia. Ahora bien, la arquitectura como concepto necesita probablemente sentar otras bases. El concepto de "deconstruir" el entorno construido debería empezar a ser objeto prioritario de estudio en la formación como arquitecto. Probablemente no sea la solución a todos los males, pero empezar por ahí es sin duda un paso más que podríamos dar. A lo largo de los años, el consumismo ha llevado a los excesos, a los extremos, a construir sobre acantilados, a construir al borde del mar, a destruir y reconstruir continuamente, lo que ha llevado a verter materiales contaminantes y un sinfín de cosas más que han contribuido en gran medida a la destrucción de este planeta. Por desgracia, la solución está lejos de nuestros ojos en este momento, pero no podemos seguir actuando como si todo se nos debiera y como si todo no tuviera fin.