Diferencia entre revisiones de «Monografico de Proyectos 2023-2024/ROUDAUT,BAPTISTE»

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Por supuesto, nuestro trabajo no consiste en solo dejar que la naturaleza siga su curso. También debemos trabajar para que las construcciones humanas queden "ocultas" a fin de crear un entorno sano para la fauna.
 
Por supuesto, nuestro trabajo no consiste en solo dejar que la naturaleza siga su curso. También debemos trabajar para que las construcciones humanas queden "ocultas" a fin de crear un entorno sano para la fauna.
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7. Clase del 31/10
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Hoy hemos seguido reflexionando sobre el proyecto del río Vélez con Trini y Heizel. Pensar en el proyecto no es fácil, porque la forma en que lo pensamos cambia con respecto a lo que estamos acostumbrados. Tenemos que pensar más en la flora y la fauna, cuando normalmente sólo pensamos brevemente en estos temas.
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También me he dado cuenta de que este curso cambia mucho la forma en que pensamos sobre un proyecto. En otros proyectos, tenemos que imaginar constantemente proyectos con presupuestos ilimitados e idear diseños que "revolucionen" la arquitectura. Por el contrario, este curso nos recuerda a todos que hacer algo excepcional y revolucionario no significa "hacer algo único y nunca hecho antes". Al contrario, a veces se trata de pensar simplemente para hacer avanzar el pensamiento arquitectónico.
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Dejar crecer a la naturaleza es algo lógico. Sin embargo, la arquitectura ha hecho estragos con la naturaleza y a menudo la ha negado. Dejarla crecer es, por tanto, en cierto modo un acto poderoso y va en contra de la forma habitual de pensar, por lo que creo que es una revolución en el pensamiento arquitectónico.
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Este curso nos abre a una nueva visión de la cultura de proyectos. Cada semana que pasa me permite pensar de forma diferente. Antes, tendía a pensar en los proyectos de la manera tradicional, siguiendo el programa dado. Hoy, tal y como lo veo con el proyecto actual (proyecto 4), me tomo más tiempo para pensar en la relación entre los edificios y la naturaleza. De hecho, este semestre he dedicado el mismo tiempo a pensar en cómo situar mis edificios, qué especies de árboles eran las más adecuadas para el lugar y en qué parte de la parcela sería mejor colocar esos árboles. Por supuesto, aún me queda mucho por aprender. Sin embargo, está claro que mi forma de pensar está empezando a cambiar y creo que eso es lo más importante. No creo que tenemos que salir de la escuela de arquitectura "sabiéndo todo", sino con la capacidad de pensar. En mi opinión, pensar es un acto mucho más fuerte que "saber todo", porque pensar nos permite seguir avanzando y apuntar más lejos.
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Y como decía en un comentario anterior, es apuntando al horizonte como hacemos avanzar las cosas. Por tanto, la enseñanza debe enseñarnos a apuntar y a mirar al horizonte para hacernos reflexionar continuamente sobre nuestra disciplina de arquitectura.

Revisión del 20:44 31 oct 2023

    1. Clase del 19/09

Esta introducción me ha parecido muy interesante y me da ganas de seguir el curso. Está claro que éste no es una clase como las demás y abre algunas cuestiones fundamentales sobre la arquitectura. Este curso sólo puede ser enriquecedor a través de debates y discusiones que nos permitan reflexionar sobre la esencia de la arquitectura y lo que los arquitectos pueden hacer para cambiarla.

En efecto me parece esencial cambiar la forma en que proyectamos, pero también la forma en que construimos para proteger al máximo el medio ambiente que nos rodea.

Con respecto a críticas a determinados edificios, en particular el de la Caja Granada de Alberto Campo Baeza, no estoy de acuerdo en que este proyecto sea malo. El proyecto no es malo, la construcción en hormigon armado, sí lo es, pero el proyecto no. Sin embargo, creo que debería darse más espacio a la naturaleza, cosa que no ocurre con el proyecto de Caja Granada.



    2. Clase del 26/09

Fue una clase muy agradable. Qué puede ser mejor que un paseo en bici cerca del agua? El paseo me hizo aún más consciente del impacto que la humanidad puede tener en el medio ambiente y me mostró cómo el río ha evolucionado desde su estado natural hasta la ciudad. Al intentar dominar la naturaleza, el hombre se está poniendo a sí mismo en peligro.

La cuestión ahora es cómo podemos protegernos de este peligro. El río se está modificando desde fuera de la ciudad, cubriendo varios kilómetros de orillas. El objetivo es dar rienda suelta a la naturaleza mientras se disfruta de su idílico entorno. Como siempre, la pregunta es cómo?

Parece difícil "destruir" el canal en el centro de la ciudad y dejar más espacio al río. Fuera de la ciudad, sin embargo, esto es totalmente posible. Deconstruir ciertas construcciones humanas que restringen la vida del río, dejarle más anchuras sin urbanizar para que pueda tener espacio y asi cambiar de camino, extenderse,...

Estos espacios abiertos sólo pueden ser beneficiosos, evitarían que las inundaciones devastaran las viviendas, también dejarían espacios para que los animales salvajes comieran y bebieran, y habría menos daños en los campos de agricultura.

No pretendo saber cómo hacer todo eso, pero una cosa es segura: salir al campo y observar de cerca la más mínima construcción humana y su impacto en el medio ambiente me da mucho que pensar sobre el método a adoptar.



    3. Clase del 03/10

Este curso teórico nos ha ayudado a poner en palabras cómo es el mundo hoy. Está claro que se avecinan tiempos de cambio. Los arquitectos tenemos un papel que desempeñar y no podemos permitirnos permanecer pasivos. Tenemos que aprender a planificar de otra manera. La escasez será cada vez más frecuente y las desigualdades sociales cada vez más importantes.

El mundo empieza a darse cuenta de los daños y abusos de las últimas décadas. Décadas durante las cuales el dinero ha dominado el mundo y, por supuesto, la arquitectura. Sin embargo, no debemos decirnos "si antes lo hacían así, sigamos haciéndolo así". Es necesario un cambio de mentalidad entre arquitectos, políticos y medios de comunicación.

Es esencial que las escuelas y universidades trabajen en este sentido para allanar el camino del cambio. Los arquitectos, a su nivel, pueden cambiar las cosas, generar una nueva forma de pensar la arquitectura y fomentar una nueva forma de pensar la política. Algunos, aunque minoritarios, empiezan a hacerse notar, como Lacaton y Vassal o Aravena.

Tenemos que desarrollar una arquitectura que adopte un enfoque ecológico y social, porque estamos construyendo en la "naturaleza" y para las personas, no por dinero.

Durante el curso, vimos una noción diferente de "sostenibilidad". Pero resulta que cuando hablamos de sostenibilidad, nunca hablamos de sostenibilidad fuerte. Es un término complejo que poca gente sabe definir. Quizá por eso el cambio de mentalidad sobre este tema sigue siendo lento. Pero a pesar de su complejidad, debe seguir siendo nuestro horizonte. El horizonte es inalcanzable, pero es apuntando al horizonte como avanzamos!



    4. Clase del 11/10

Fue una jornada interesante, en la que pudimos acercarnos al yacimiento desde una perspectiva histórica, lo que nos permitió comprender la evolución del río y del mar desde la época fenicia. No tenía ni idea de que el litoral hubiera cambiado tanto.

Nos encontramos cara a cara con los problemas de los que habíamos estado hablando durante el curso y, gracias a las conversaciones con expertos de distintos sectores, se amplió el abanico de factores a tener en cuenta para un proyecto.

Durante la visita se plantearon cuestiones sociales, económicas, medioambientales, paisajísticas y arquitectónicas. Creo que es importante concienciar a la gente de los problemas que existen en la región, haciéndoles partícipes de las fases de debate de un proyecto, porque son los primeros afectados por un proyecto de gran envergadura como la marina y el proyecto que vamos a proponer.

Creo que pensar en un proyecto en un sitio como éste es complicado porque cada idea corre el riesgo de generar nuevas incertidumbres, porque una acción inadecuada puede crear nuevos problemas.

El proyecto se desarrollará en tres fases:

- fase 1 (a corto plazo) :

-retirada de papeleras y basuras

-prohibir el acceso de coches cerca del río

-controlar el bombeo ilegal y excesivo de agua, que seca el río con demasiada rapidez.

- fase 2 (medio plazo):

-deconstruir una franja de terreno a cada lado del río para dejar espacio a la naturaleza (100 m a cada lado?) ⇒ deconstruir los edificios y rutas de betún

- fase 3 (a largo plazo) :

-dejar que la naturaleza se desarrolle en estas franjas deconstruidas. No hay necesidad de plantar, la naturaleza lo hará por sí misma y será tanto más natural.

⇒ dejar una franja de "tierra libre" me parece lógico, porque en mi región las costas se han mantenido relativamente salvajes a pesar de la fuerte atracción turística, y los ríos han conservado un relativo espacio de libertad. Esta libertad para los ríos se debe, por supuesto, a que Bretaña tiene mucha agua, por lo que evitamos las inundaciones en la medida de lo posible. Los ríos sólo están rodeados de bosques y algunos campos, hay muy pocos edificios, por lo que tenemos muy pocos problemas con nuestros ríos y nuestras costas. Por eso creo que deberíamos dejar una franja de "tierra libre" alrededor del río y no construir nada en la playa.

La Rance.png
Le Frémur.png
Le Gouessant.png
L'Urne.png

En estas fotos, los ríos están rodeados de árboles y campos. Los ríos tienen cauces anchos que les permiten serpentear de forma natural.

En cuanto a la playa, que pierde terreno cada año, no sé qué hacer. La playa está desapareciendo porque las olas son más fuertes debido a la construcción humana a lo largo de toda la costa. Parece difícil arrasar km de urbanización.



    5. Clase del 17/10

Hemos empezado trabajando en grupos de tres con Heizel y Trini en el proyecto del río Vélez.

El proyecto se desarrolla en tres fases, como se explica en el comentario anterior.

Creo que es muy interesante planificar un espacio "no construido". Estamos acostumbrados a proyectar casas, edificios, etc., pero esta vez hacemos todo lo contrario. Esto nos permite pensar de otra manera sobre el proyecto de construcción, aprendiendo a no construir para construir mejor.

Proyecto rio Velez.png
Proyecto rio Velez 2.png

En la segunda parte del curso, Jon Aguirre vino a presentar su libro. La presentación fue interesante y las ideas fácilmente aplicables al proyecto de la clase.

Hizo hincapié en la urgente necesidad de actuar sobre la ciudad y la forma de concebirla y diseñarla. El urbanismo es un trabajo a varias escalas, que abarca la ciudad, el barrio y la manzana.

La ciudad no debe concebirse para hoy, sino a largo plazo. Un proyecto urbano o arquitectónico no debe estar grabado en piedra, sino que debe poder modificarse en cualquier momento. No todos los proyectos arquitectónicos y urbanos pueden tener éxito; hay un elemento de lo desconocido, una nueva forma de pensar el proyecto. Sin embargo, hay que afrontarlo. Se aprende haciendo.

Lo más importante es entender que podemos tener las mismas intenciones para distintas ciudades, pero el modelo desarrollado no será el mismo, porque depende sobre todo de los habitantes, de sus necesidades y deseos.



    6. Clase del 24/10

Rafael Yus nos acompañó durante todo el día. Gracias a su formación como doctor en biología, pudo darnos una nueva perspectiva del proyecto.

Como arquitectos, tendemos a diseñar proyectos sin conocer realmente su entorno. Está muy bien hacer análisis del terreno, pero hasta ahora nunca he hecho un análisis detallado de la flora y la fauna. Sólo lo he hecho brevemente. Quizá haya que revisar esto en la enseñanza del proyecto en las escuelas de arquitectura; tenemos que aprender a analizar mejor un sitio, sus características existentes y vivas, antes de actuar sobre ellas.

Aparte de esta crítica a la enseñanza en las escuelas de arquitectura, diría que esta visión, aportada por Rafael, nos ayudará para el proyecto de Vélez-Málaga, al igual que para nuestros futuros proyectos.

Nos ha mostrado lo que no vemos. La vida de un sitio no son sólo unas briznas de hierba y unos cuantos pájaros. Una gran variedad de flora y fauna prospera, especialmente en sitios como estuarios y ríos.

Después de ver los proyectos de Rafael, sigo teniendo la misma opinión sobre el tema de la renaturalización. Creo que hay que limpiar las "huellas del paso del hombre" para que la naturaleza vuelva a ocupar su lugar. Pero dar a la naturaleza el lugar que le corresponde no significa plantar árboles. Creo que se trata más bien de dejarla crecer y desarrollarse. Nuestro trabajo consistiría entonces en proteger lo que crece y no en "hacerlo crecer". Además, si dejamos que la naturaleza se las arregle sola, elegirá las especies que mejor se adapten a su entorno, por lo que será más resistente que si fuera "artificial".

Una naturaleza artificial significa también una fauna menos desarrollada y, por tanto, menos rica.

Nuestro trabajo consiste en enriquecer este espacio al máximo, y no a medias.

Por supuesto, nuestro trabajo no consiste en solo dejar que la naturaleza siga su curso. También debemos trabajar para que las construcciones humanas queden "ocultas" a fin de crear un entorno sano para la fauna.



    7. Clase del 31/10

Hoy hemos seguido reflexionando sobre el proyecto del río Vélez con Trini y Heizel. Pensar en el proyecto no es fácil, porque la forma en que lo pensamos cambia con respecto a lo que estamos acostumbrados. Tenemos que pensar más en la flora y la fauna, cuando normalmente sólo pensamos brevemente en estos temas.

También me he dado cuenta de que este curso cambia mucho la forma en que pensamos sobre un proyecto. En otros proyectos, tenemos que imaginar constantemente proyectos con presupuestos ilimitados e idear diseños que "revolucionen" la arquitectura. Por el contrario, este curso nos recuerda a todos que hacer algo excepcional y revolucionario no significa "hacer algo único y nunca hecho antes". Al contrario, a veces se trata de pensar simplemente para hacer avanzar el pensamiento arquitectónico.

Dejar crecer a la naturaleza es algo lógico. Sin embargo, la arquitectura ha hecho estragos con la naturaleza y a menudo la ha negado. Dejarla crecer es, por tanto, en cierto modo un acto poderoso y va en contra de la forma habitual de pensar, por lo que creo que es una revolución en el pensamiento arquitectónico.

Este curso nos abre a una nueva visión de la cultura de proyectos. Cada semana que pasa me permite pensar de forma diferente. Antes, tendía a pensar en los proyectos de la manera tradicional, siguiendo el programa dado. Hoy, tal y como lo veo con el proyecto actual (proyecto 4), me tomo más tiempo para pensar en la relación entre los edificios y la naturaleza. De hecho, este semestre he dedicado el mismo tiempo a pensar en cómo situar mis edificios, qué especies de árboles eran las más adecuadas para el lugar y en qué parte de la parcela sería mejor colocar esos árboles. Por supuesto, aún me queda mucho por aprender. Sin embargo, está claro que mi forma de pensar está empezando a cambiar y creo que eso es lo más importante. No creo que tenemos que salir de la escuela de arquitectura "sabiéndo todo", sino con la capacidad de pensar. En mi opinión, pensar es un acto mucho más fuerte que "saber todo", porque pensar nos permite seguir avanzando y apuntar más lejos.

Y como decía en un comentario anterior, es apuntando al horizonte como hacemos avanzar las cosas. Por tanto, la enseñanza debe enseñarnos a apuntar y a mirar al horizonte para hacernos reflexionar continuamente sobre nuestra disciplina de arquitectura.