Monografico de Proyectos 2023-2024/ROUDAUT,BAPTISTE

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    1. Clase del 19/09

Esta introducción me ha parecido muy interesante y me da ganas de seguir el curso. Está claro que éste no es una clase como las demás y abre algunas cuestiones fundamentales sobre la arquitectura. Este curso sólo puede ser enriquecedor a través de debates y discusiones que nos permitan reflexionar sobre la esencia de la arquitectura y lo que los arquitectos pueden hacer para cambiarla.

En efecto me parece esencial cambiar la forma en que proyectamos, pero también la forma en que construimos para proteger al máximo el medio ambiente que nos rodea.

Con respecto a críticas a determinados edificios, en particular el de la Caja Granada de Alberto Campo Baeza, no estoy de acuerdo en que este proyecto sea malo. El proyecto no es malo, la construcción en hormigon armado, sí lo es, pero el proyecto no. Sin embargo, creo que debería darse más espacio a la naturaleza, cosa que no ocurre con el proyecto de Caja Granada.



    2. Clase del 26/09

Fue una clase muy agradable. Qué puede ser mejor que un paseo en bici cerca del agua? El paseo me hizo aún más consciente del impacto que la humanidad puede tener en el medio ambiente y me mostró cómo el río ha evolucionado desde su estado natural hasta la ciudad. Al intentar dominar la naturaleza, el hombre se está poniendo a sí mismo en peligro.

La cuestión ahora es cómo podemos protegernos de este peligro. El río se está modificando desde fuera de la ciudad, cubriendo varios kilómetros de orillas. El objetivo es dar rienda suelta a la naturaleza mientras se disfruta de su idílico entorno. Como siempre, la pregunta es cómo?

Parece difícil "destruir" el canal en el centro de la ciudad y dejar más espacio al río. Fuera de la ciudad, sin embargo, esto es totalmente posible. Deconstruir ciertas construcciones humanas que restringen la vida del río, dejarle más anchuras sin urbanizar para que pueda tener espacio y asi cambiar de camino, extenderse,...

Estos espacios abiertos sólo pueden ser beneficiosos, evitarían que las inundaciones devastaran las viviendas, también dejarían espacios para que los animales salvajes comieran y bebieran, y habría menos daños en los campos de agricultura.

No pretendo saber cómo hacer todo eso, pero una cosa es segura: salir al campo y observar de cerca la más mínima construcción humana y su impacto en el medio ambiente me da mucho que pensar sobre el método a adoptar.



    3. Clase del 03/10

Este curso teórico nos ha ayudado a poner en palabras cómo es el mundo hoy. Está claro que se avecinan tiempos de cambio. Los arquitectos tenemos un papel que desempeñar y no podemos permitirnos permanecer pasivos. Tenemos que aprender a planificar de otra manera. La escasez será cada vez más frecuente y las desigualdades sociales cada vez más importantes.

El mundo empieza a darse cuenta de los daños y abusos de las últimas décadas. Décadas durante las cuales el dinero ha dominado el mundo y, por supuesto, la arquitectura. Sin embargo, no debemos decirnos "si antes lo hacían así, sigamos haciéndolo así". Es necesario un cambio de mentalidad entre arquitectos, políticos y medios de comunicación.

Es esencial que las escuelas y universidades trabajen en este sentido para allanar el camino del cambio. Los arquitectos, a su nivel, pueden cambiar las cosas, generar una nueva forma de pensar la arquitectura y fomentar una nueva forma de pensar la política. Algunos, aunque minoritarios, empiezan a hacerse notar, como Lacaton y Vassal o Aravena.

Tenemos que desarrollar una arquitectura que adopte un enfoque ecológico y social, porque estamos construyendo en la "naturaleza" y para las personas, no por dinero.

Durante el curso, vimos una noción diferente de "sostenibilidad". Pero resulta que cuando hablamos de sostenibilidad, nunca hablamos de sostenibilidad fuerte. Es un término complejo que poca gente sabe definir. Quizá por eso el cambio de mentalidad sobre este tema sigue siendo lento. Pero a pesar de su complejidad, debe seguir siendo nuestro horizonte. El horizonte es inalcanzable, pero es apuntando al horizonte como avanzamos!



    4. Clase del 11/10

Fue una jornada interesante, en la que pudimos acercarnos al yacimiento desde una perspectiva histórica, lo que nos permitió comprender la evolución del río y del mar desde la época fenicia. No tenía ni idea de que el litoral hubiera cambiado tanto.

Nos encontramos cara a cara con los problemas de los que habíamos estado hablando durante el curso y, gracias a las conversaciones con expertos de distintos sectores, se amplió el abanico de factores a tener en cuenta para un proyecto.

Durante la visita se plantearon cuestiones sociales, económicas, medioambientales, paisajísticas y arquitectónicas. Creo que es importante concienciar a la gente de los problemas que existen en la región, haciéndoles partícipes de las fases de debate de un proyecto, porque son los primeros afectados por un proyecto de gran envergadura como la marina y el proyecto que vamos a proponer.

Creo que pensar en un proyecto en un sitio como éste es complicado porque cada idea corre el riesgo de generar nuevas incertidumbres, porque una acción inadecuada puede crear nuevos problemas.

El proyecto se desarrollará en tres fases:

- fase 1 (a corto plazo) :

-retirada de papeleras y basuras

-prohibir el acceso de coches cerca del río

-controlar el bombeo ilegal y excesivo de agua, que seca el río con demasiada rapidez.

- fase 2 (medio plazo):

-deconstruir una franja de terreno a cada lado del río para dejar espacio a la naturaleza (100 m a cada lado?) ⇒ deconstruir los edificios y rutas de betún

- fase 3 (a largo plazo) :

-dejar que la naturaleza se desarrolle en estas franjas deconstruidas. No hay necesidad de plantar, la naturaleza lo hará por sí misma y será tanto más natural.

⇒ dejar una franja de "tierra libre" me parece lógico, porque en mi región las costas se han mantenido relativamente salvajes a pesar de la fuerte atracción turística, y los ríos han conservado un relativo espacio de libertad. Esta libertad para los ríos se debe, por supuesto, a que Bretaña tiene mucha agua, por lo que evitamos las inundaciones en la medida de lo posible. Los ríos sólo están rodeados de bosques y algunos campos, hay muy pocos edificios, por lo que tenemos muy pocos problemas con nuestros ríos y nuestras costas. Por eso creo que deberíamos dejar una franja de "tierra libre" alrededor del río y no construir nada en la playa.

La Rance.png
Le Frémur.png
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En estas fotos, los ríos están rodeados de árboles y campos. Los ríos tienen cauces anchos que les permiten serpentear de forma natural.

En cuanto a la playa, que pierde terreno cada año, no sé qué hacer. La playa está desapareciendo porque las olas son más fuertes debido a la construcción humana a lo largo de toda la costa. Parece difícil arrasar km de urbanización.



    5. Clase del 17/10

Hemos empezado trabajando en grupos de tres con Heizel y Trini en el proyecto del río Vélez.

El proyecto se desarrolla en tres fases, como se explica en el comentario anterior.

Creo que es muy interesante planificar un espacio "no construido". Estamos acostumbrados a proyectar casas, edificios, etc., pero esta vez hacemos todo lo contrario. Esto nos permite pensar de otra manera sobre el proyecto de construcción, aprendiendo a no construir para construir mejor.

Proyecto rio Velez.png
Proyecto rio Velez 2.png

En la segunda parte del curso, Jon Aguirre vino a presentar su libro. La presentación fue interesante y las ideas fácilmente aplicables al proyecto de la clase.

Hizo hincapié en la urgente necesidad de actuar sobre la ciudad y la forma de concebirla y diseñarla. El urbanismo es un trabajo a varias escalas, que abarca la ciudad, el barrio y la manzana.

La ciudad no debe concebirse para hoy, sino a largo plazo. Un proyecto urbano o arquitectónico no debe estar grabado en piedra, sino que debe poder modificarse en cualquier momento. No todos los proyectos arquitectónicos y urbanos pueden tener éxito; hay un elemento de lo desconocido, una nueva forma de pensar el proyecto. Sin embargo, hay que afrontarlo. Se aprende haciendo.

Lo más importante es entender que podemos tener las mismas intenciones para distintas ciudades, pero el modelo desarrollado no será el mismo, porque depende sobre todo de los habitantes, de sus necesidades y deseos.



    6. Clase del 24/10

Rafael Yus nos acompañó durante todo el día. Gracias a su formación como doctor en biología, pudo darnos una nueva perspectiva del proyecto.

Como arquitectos, tendemos a diseñar proyectos sin conocer realmente su entorno. Está muy bien hacer análisis del terreno, pero hasta ahora nunca he hecho un análisis detallado de la flora y la fauna. Sólo lo he hecho brevemente. Quizá haya que revisar esto en la enseñanza del proyecto en las escuelas de arquitectura; tenemos que aprender a analizar mejor un sitio, sus características existentes y vivas, antes de actuar sobre ellas.

Aparte de esta crítica a la enseñanza en las escuelas de arquitectura, diría que esta visión, aportada por Rafael, nos ayudará para el proyecto de Vélez-Málaga, al igual que para nuestros futuros proyectos.

Nos ha mostrado lo que no vemos. La vida de un sitio no son sólo unas briznas de hierba y unos cuantos pájaros. Una gran variedad de flora y fauna prospera, especialmente en sitios como estuarios y ríos.

Después de ver los proyectos de Rafael, sigo teniendo la misma opinión sobre el tema de la renaturalización. Creo que hay que limpiar las "huellas del paso del hombre" para que la naturaleza vuelva a ocupar su lugar. Pero dar a la naturaleza el lugar que le corresponde no significa plantar árboles. Creo que se trata más bien de dejarla crecer y desarrollarse. Nuestro trabajo consistiría entonces en proteger lo que crece y no en "hacerlo crecer". Además, si dejamos que la naturaleza se las arregle sola, elegirá las especies que mejor se adapten a su entorno, por lo que será más resistente que si fuera "artificial".

Una naturaleza artificial significa también una fauna menos desarrollada y, por tanto, menos rica.

Nuestro trabajo consiste en enriquecer este espacio al máximo, y no a medias.

Por supuesto, nuestro trabajo no consiste en solo dejar que la naturaleza siga su curso. También debemos trabajar para que las construcciones humanas queden "ocultas" a fin de crear un entorno sano para la fauna.



    7. Clase del 31/10

Hoy hemos seguido reflexionando sobre el proyecto del río Vélez con Trini y Heizel. Pensar en el proyecto no es fácil, porque la forma en que lo pensamos cambia con respecto a lo que estamos acostumbrados. Tenemos que pensar más en la flora y la fauna, cuando normalmente sólo pensamos brevemente en estos temas.

También me he dado cuenta de que este curso cambia mucho la forma en que pensamos sobre un proyecto. En otros proyectos, tenemos que imaginar constantemente proyectos con presupuestos ilimitados e idear diseños que "revolucionen" la arquitectura. Por el contrario, este curso nos recuerda a todos que hacer algo excepcional y revolucionario no significa "hacer algo único y nunca hecho antes". Al contrario, a veces se trata de pensar simplemente para hacer avanzar el pensamiento arquitectónico.

Dejar crecer a la naturaleza es algo lógico. Sin embargo, la arquitectura ha hecho estragos con la naturaleza y a menudo la ha negado. Dejarla crecer es, por tanto, en cierto modo un acto poderoso y va en contra de la forma habitual de pensar, por lo que creo que es una revolución en el pensamiento arquitectónico.

Este curso nos abre a una nueva visión de la cultura de proyectos. Cada semana que pasa me permite pensar de forma diferente. Antes, tendía a pensar en los proyectos de la manera tradicional, siguiendo el programa dado. Hoy, tal y como lo veo con el proyecto actual (proyecto 4), me tomo más tiempo para pensar en la relación entre los edificios y la naturaleza. De hecho, este semestre he dedicado el mismo tiempo a pensar en cómo situar mis edificios, qué especies de árboles eran las más adecuadas para el lugar y en qué parte de la parcela sería mejor colocar esos árboles. Por supuesto, aún me queda mucho por aprender. Sin embargo, está claro que mi forma de pensar está empezando a cambiar y creo que eso es lo más importante. No creo que tenemos que salir de la escuela de arquitectura "sabiéndo todo", sino con la capacidad de pensar. En mi opinión, pensar es un acto mucho más fuerte que "saber todo", porque pensar nos permite seguir avanzando y apuntar más lejos.

Y como decía en un comentario anterior, es apuntando al horizonte como hacemos avanzar las cosas. Por tanto, la enseñanza debe enseñarnos a apuntar y a mirar al horizonte para hacernos reflexionar continuamente sobre nuestra disciplina de arquitectura.



    8. Clase del 07/11

Hoy hemos empezado a hacer la maqueta y hemos seguido pensando en plano o sección nuestra parte del proyecto. Digo parte porque para mí sólo hay un proyecto, el del Río Vélez. No hay la de la desembocadura del río por un lado, las márgenes del río por otro, las ruinas por otro... todos estos temas tienen que formar un todo único.

Creo que este pensamiento debería ser la base de un arquitecto. Cuando diseñamos una casa, por ejemplo (un ejemplo básico de un proyecto que todos hemos hecho), no diseñamos una cocina + un salón + un dormitorio principal + un jardín +... diseñamos una casa.

Antes de ser arquitecto, hice un bachillerato científico, especializado en matemáticas. Así que solía pensar rigurosamente que 1+1=2. En cambio, no creo que eso sea viable en arquitectura. Un arquitecto debe pensar siempre que 1+1=1. Una cocina + un salón + un jardín + un dormitorio principal+... = 1

Es una cuestión de coherencia del proyecto en su conjunto. Esta coherencia se aplica tanto al proyecto de la casa como al del río Vélez. La zona del delta, las márgenes, el penón, el yacimiento y el sendero deben formar un proyecto único. Estos temas están relacionados entre sí y, por lo tanto, deben diseñarse conjuntamente para garantizar una coherencia total.

Con esta misma idea de coherencia, el arquitecto no puede hacer nada solo. Solo, el arquitecto está condenado al fracaso. Por tanto, los actores de los distintos ámbitos deben trabajar juntos para garantizar una arquitectura sostenible y una cultura del proyecto que aprenda de la cultura proyectual actual mejorandola. Para ello, arquitectos, urbanistas, sociólogos, biólogos, arqueólogos, historiadores... todos deben trabajar juntos para pensar en el dia de mañana.


Ahora me gustaría hablar del vídeo enviado ayer. Un vídeo en el que podemos ver a activistas ecologistas arrojando pintura sobre los cuadros de un museo. En los últimos años se han difundido muchos vídeos de este tipo, y ya me he puesto a pensar sobre el tema. Un tema que siempre es fuente de debate. Pero es precisamente a través del debate como una sociedad avanza.

Creo que es importante entender que los activistas están haciendo un ataque simbólico. No se está destruyendo ninguna obra de arte, es pura y simplemente simbólico. Los activistas atacan cuadros conocidos. Todas las obras más importantes y conocidas de los museos están siempre protegidas por cristales, ya sea en el Louvres de París, en el Prado de Madrid, en el Pérgamo de Berlín, etc. Por tanto, los activistas atacan el cristal, no la obra en sí. Su objetivo no es destruir la obra, sino dar que hablar. Con una acción de choque, la radio, la televisión y los periódicos hablan de la acción y así su mensaje se difunde.

Algunos dirán que no tiene sentido y que les desacredita. Algunos dirán que cuando no se está contento con una política, hay que responder en las urnas. Hay que responder votando.

Yo mismo he pensado así durante muchos años. Sigo creyendo que votar es un derecho importante y que hay que utilizarlo. Si tenemos derecho a votar, debemos hacerlo. Sin embargo, desde hace varios años me intereso mucho por las luchas sociales, que es un tema que me toca muy de cerca. Después de haber participado en algunas luchas sociales en mi país, pienso desgraciadamente que votar no es suficiente.

En un mundo utópico, sería suficiente. Pero no vivimos en un mundo utópico. Sin embargo, podemos intentar construir la utopía que nos hace soñar. Claro, no se puede crear una utopía permaneciendo pasivos. No se pueden adquirir derechos permaneciendo pasivos.

Hablemos del voto. Un ejemplo bien conocido es la concesión del derecho de voto a las mujeres en Inglaterra en 1928. Este derecho se obtuvo gracias a la acción de las sufragistas. Hay que señalar que el de sufragistas es un nombre que agrupa diferentes corrientes de pensamiento de una lucha. Había una rama moderada y otra radical. La rama moderada era la que discutía con los políticos.

¿Y qué sentido tenía la rama radical? Fue precisamente gracias a las acciones de la rama radical que los moderados pudieron hablar. Los radicales pusieron el foco en un tema que no interesaba a nadie, pero gracias a sus acciones el mundo empezó a interesarse por él. Al final, a pesar de las acciones violentas, las mujeres tienen ahora derecho al voto. Sin estas acciones, nadie se habría interesado por este tema.

De hecho, los derechos siempre se han adquirido gracias al trabajo de una rama moderada y una rama radical. Una sin la otra es inútil. Las dos juntas permiten el progreso social.

Hoy ocurre lo mismo con la ecología. El mundo sigue negando la gravedad de la situación a la que nos enfrentaremos en el futuro.

Los activistas están mal vistos porque emprenden acciones de choque. Bloquean refinerías, autopistas y arrojan pintura a los museos. Constituyen la rama radical del movimiento ecologista. Hacen posible que se hable de ecología en los periódicos, en la televisión, en la radio, etc. Si se consigue que la gente hable así, llegará un día en que los políticos se verán obligados a hablar con los ecologistas para que las cosas avancen. La rama moderada podrá entonces intervenir.

Por eso necesitamos esta rama radical, sin la cual ninguna lucha puede avanzar.

Lo que creo que es importante entender es la diferencia entre lo que es legal y lo que es legítimo. Hoy en día, es legal que las grandes empresas destruyan y contaminen el planeta para enriquecer a unos cuantos jefes. Pero, ¿es legítimo? Lo legítimo es detenerlas, pero detenerlas es ilegal porque atenta contra la libertad de comercio.

La pregunta que debemos seguir haciéndonos es cómo cambiar la frontera entre lo que es legal y lo que es legítimo. No pretendo tener la respuesta. Sin embargo, esta frontera se ha movido para muchas luchas sociales, se ha movido por el sufragio femenino (las sufragistas por ejemplo), contra el racismo y la discriminación (Martin Luther King, Rosa Parks,...). Así que hoy tenemos que encontrar la manera de mover esta frontera una vez más.


Estas ideas están directamente relacionadas con nuestra profesión. La arquitectura de mañana debe ser ECOLÓGICA Y SOCIAL, por lo que la arquitectura tiene un vínculo directo con estas luchas. Por eso no podemos sentarnos a esperar a que las cosas cambien. Depende de nosotros, como arquitectos, impulsar las cosas y cambiarlas. Si nos quedamos tranquilos, la arquitectura y la cultura del proyecto cambiarán poco o no cambiarán nunca. Si nos negamos a seguir así, se abrirá un nuevo futuro para los arquitectos, la arquitectura y sus usuarios.



    9. Clase del 14/11

Hoy hemos seguido reflexionando sobre el proyecto de los márgenes del río con Heizel y Trini. Como el proyecto está explicado en la página del grupo, no voy a volver a explicarlo aquí. En este comentario me voy a centrar más en el aprendizaje que me está aportando trabajar en los márgenes.


Hasta este semestre y este curso, no había pensado realmente en el impacto del hombre en el río. Había oído hablar de ello aquí y allá, pero nunca había pensado realmente en ello. Hoy lo veo como una parte integral de la arquitectura. No construir en ciertos lugares y deconstruir en otros es también el papel del arquitecto. No puedes limitarte a construir lo que te dicen, sino que tienes que pensar en la utilidad del proyecto y pensar en el bien común.

En este sentido, un río, aunque necesario para la vida humana, no tiene por qué estar rodeado de construcciones humanas. La agricultura y los edificios pueden estar alejados del río. El retranqueo no significa que dejemos de disfrutar de sus beneficios. Todo lo contrario. Da más libertad al río para que, en caso de crecida, la ciudad no se vea amenazada, pero también permite el desarrollo de la flora y la fauna.

Esto significa que las autoridades locales tienen que replantearse sus vías navegables e idear nuevos usos y funciones para ellas.

A través de estas nuevas relaciones con el agua, se están creando nuevas relaciones con la ciudad y nuevas relaciones sociales en las orillas, los muelles y las playas. Es una oportunidad para que las ciudades cuestionen su identidad, para ofrecer a sus residentes nuevas formas de encuentro, nuevas rutas, nuevas formas de expresarse.

Replantearse una forma de pensar que está bien integrada en la cabeza de todos es difícil. Incluso es arriesgado, porque si nuestros proyectos chocan con el pensamiento común, pueden tener menos posibilidades de llegar a buen puerto. Sin embargo, asumir la cuestión del riesgo, ponernos en peligro cuando nos embarcamos en un proyecto y asumir la responsabilidad de todas las situaciones que rozan el peligro debe ser una fuente de aprendizaje para que podamos apuntar constantemente hacia el horizonte que deseamos.



     10. Clase del 21/11

Con Heizel y Trini, seguimos pensando en el proyecto sobre los márgenes del río. Hicimos secciones y bocetos para intentar aclarar lo que queríamos conseguir. Para intentar entender mejor las posibilidades del proyecto, intenté buscar referencias de proyectos de riberas. Encontré un proyecto en Suiza que consistía en modificar las riberas del Ródano.

El objetivo de este proyecto es muy similar al nuestro. Se trata de dar más espacio al río para que pueda "vivir como quiera". El objetivo de este proyecto es imaginar el valle del Ródano en 2050 en la parte oriental del lago Lemán (en la frontera franco-suiza).

El proyecto es a la vez ecológico, con el objetivo de "renaturalizar" las orillas del Ródano, y social, con el objetivo de ofrecer un lugar de paseo y vistas interesantes del paisaje circundante. Así que existe la idea de un espacio vital que es a la vez animal y humano. Algo que, hasta cierto punto, respetando ciertos espacios "privados" para los animales, es totalmente factible.

La empresa encargada de este proyecto (BASE - una agencia francesa de urbanismo) imagina un proyecto en diferentes etapas a lo largo del tiempo, lo que remite directamente a nuestra clase en la que abordamos este tema como un punto central de reflexión a tener en cuenta para lograr un proyecto más coherente y sostenible.

Aquí algunas fotos del proyecto (https://www.baseland.fr/projets/suisse-3eme-correction-du-rhone/) :

PLANO.SUIZA.BAPTISTE.png VISTA.MONTANA.SUIZA.BAPTISTE.png PUENTE.SUIZA.BAPTISTE.png



    11. Clase del 28/11

Este es un proyecto que hice en mi último semestre. Tuvimos que crear una nueva escuela en un barrio de Rennes. Era una escuela para niños de 3 a 6 años, en la que tuvimos que abordar la cuestión del tamaño adulto para los profesores y el tamaño infantil para los alumnos. Así que fue un proyecto muy interesante. Desde el punto de vista estructural, no creo que haya que cambiar nada. Había planeado un proyecto lo más respetuoso posible con el medio ambiente. Así que la estructura es de madera, el aislamiento de cáñamo y el revoco de tierra. Sinceramente, estoy orgulloso de este proyecto porque creo que ha quedado bien planteado. Sin embargo, creo que hoy, para convertirlo en un proyecto aún más ecológico, intentaría pensar en mover menos la tierra porque, como vimos durante el curso, este es uno de los aspectos más contaminantes de la construcción.

PLANO ESCUELA Baptiste.jpg SECCION ESCUELA Baptiste.jpg

Para concluir esta clase, diría en primer lugar que me ha permitido reflexionar sobre el proyecto de diferentes maneras y abordar ciertos temas con más detalle. Temas que a veces eran incluso nuevos para mí. Así que creo que este proyecto me ha ayudado a madurar.

Hasta ahora, pensaba en el proyecto sin pensar en el impacto concreto que podría tener en su entorno. Hoy me parece esencial que la arquitectura del mañana se centre sobre todo en el medio ambiente y en las cuestiones sociales. Son los dos pilares de la sostenibilidad de un proyecto.

Este curso me ha permitido pensar más claramente sobre el proyecto aprendiendo a deconstruir o no construir, para poder diseñar mejor los edificios que pienso construir en el futuro. Me ha enseñado a diseñar un proyecto que pueda evolucionar con el tiempo, que es claramente lo contrario de un proyecto grabado en piedra en el que no sabes qué hacer cuando tienes que intervenir.

Lo que más me gustó de este curso fue que aprendí a pensar. En muchos otros cursos nos enseñan a pensar siguiendo a los "grandes arquitectos". En este curso no nos han atiborrado de teoría, sólo nos han dado una situación sobre la que pensar. Creo que ése es el verdadero valor de este curso. Salir de la escuela de arquitectura sabiéndolo todo, conociendo todos los edificios y arquitectos importantes no tiene mucho sentido. Todo eso se puede aprender a lo largo de la vida, leyendo, visitando, etc. Creo que la escuela debe enseñarnos sobre todo a pensar, porque es un acto poderoso que nos permite aspirar a un nuevo horizonte. Si no aprendemos a pensar, la arquitectura estará condenada a permanecer estancada en un círculo vicioso sin fin.

Por eso me alegro de haber participado en este curso. Por supuesto, aún me queda mucho por pensar. De momento sólo estoy al principio de una nueva forma de pensar, pero no me cabe duda de que seguirá desarrollándose durante mis próximos años en la arquitectura, tanto en la escuela como en el mundo profesional. Releyendo mis comentarios, observo una evolución en mi forma de pensar. Puede que algunos de mis comentarios se hayan desviado del tema del curso, pero creo que también es una prueba de que he aprendido a pensar más allá del ámbito de la arquitectura.

Este curso también fue muy enriquecedor porque me permitió trabajar en grupo en una lengua que no es la mía, y eso me empujó a adaptarme. Así que salí satisfecho de esta clase con una experiencia positiva y enriquecedora. Creo que puedo tener un 8 por este curso, no por "haber trabajado en clase", sino por haber intentado llevar mi pensamiento (que sea arquitectónico o no) sobre el proyecto lo más lejos posible.