Monografico de Proyectos 2024-2025/MOLINAL

Análisis y visita del Río Genil

Figura 1. Primera parte del recorrido en el Río Genil. Se puede observar el encajonamiento y control del río en esta zona urbanizada. Elaboración propia.

Visitar el Río Genil y observar el impacto que genera la arquitectura tanto a los alrededores como en el propio control del río ha sido un análisis que involucra las acciones del ser humano, sus decisiones y repercusiones. Este río mediterráneo en las partes más urbanizadas ha sido encajonado en paredes de hormigón y planchas de cemento en el suelo, pero en las partes que están en desarrollo o que no están tan urbanizadas, el río aún tiene la oportunidad de fluir sin tanta alteración constructiva. Es decir, en la ciudad las paredes del río están limitadas por estructuras, y en las afueras de la ciudad, el río conserva sus paredes naturales de tierra y vegetación.

Se mencionaba que el Río Genil es un corredor biológico, un corredor “azul”, una fuente de vida y un “ecosistema potencial”, y tal como se mencionó “…cuando un ecosistema está en buenas condiciones, gasta el mínimo de energía y produce el máximo de biodiversidad”, nos lleva a reflexionar la importancia y valor de aprovechar un cuerpo de agua como este; respetarlo y adaptarnos al entorno que nos ofrece.

Datos importantes como las dimensiones del Río Genil que se deben tomar en cuenta son: vertical (altura), longitudinal (largo), transversal (ancho), nivel friático, y cuenca vertiente. Se enfatizó que la cuenca vertiente del Río Genil está en buenas condiciones porque tiene vegetación, como juncos, higueras, cañas, y las mismas raíces de los árboles; todas las mencionadas anteriormente limpian, filtran y depuran el agua que corre por el río.

Figura 2. Segunda parte en el recorrido en el Río Genil. La cuenca y la dimensión transversal del río se han hecho más estrechas, pero siguen manteniendo estructuras limitantes en sus extremos. Elaboración propia.

Otro aspecto que se analizó fue la arquitectura de la zona cerca de río. Edificios que hacen una “muralla” y obstruyen las vistas, que son ajenos al propio medio. Edificios con diseño y orientación diferente que no tomaron en cuenta el contexto natural y la posible conexión que hubieran tenido con el río.

Fue posible observar que en la zona donde el río mantenía su forma natural, las sensaciones tenían más presencia. Elementos como su cubierta vegetal que generaba una bóveda entrelazada por los árboles y generaba continuidad; juego de luces y sombras; frescura y humedad; niveles para aproximarse al río; tipo y textura del suelo; movimiento de los árboles, etc. Al final del Río Genil, en su cuenca cada vez más estrecha, se mencionó que es posible vivir un “microclima”.

Uno de los datos que me parecieron impresionantes de aprender fue que estos espacios naturales, como el Río Genil y su biodiversidad, te muestran y te permiten estar en el “tiempo en el que estamos”, es decir, sentir, ver y oler el cambio de estación, el color de las hojas de los árboles, la temperatura, etc. Como punto final, es verdad que la arquitectura a veces es invasiva con el entorno natural existente, trata de cerrar la naturaleza y mantenerla controlada, sin embargo, debemos tomar decisiones de diseño que sean funcionales, estéticos y que se integren a la naturaleza sin alterarla demasiado, lo que nos dará como resultado una mejor calidad de vida y el disfrute al máximo de dicha naturaleza.

Leslie Molina 06/10/2024

Figura 3. Parte final del recorrido en el Río Genil. El río conserva su forma natural y su cuenca limita con la tierra y vegetación. Elaboración propia.