Diferencia entre revisiones de «Monografico de Proyectos 2023-2024/PROYECTOVELEZ/Grupos de las cinco propuestas/'''COORDINACIÓN''': grupo 4 (Elia,Giacomo, Alessandro,Alberto,Amalia)»

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= Proyecto de Recuperación del Bajo Vélez: Intervención en cinco puntos estratégicos del delta del río Vélez en Vélez Málaga-Torre Del Mar =
 
'''ÍNDICE'''
 
   
INTRODUCCIÓN
 
 
Reflexiones del paradigma: Una Exploración Ecocéntrica en la Era del Cambio Climático y el Consumismo
 
 
Problemáticas en el litoral Mediterráneo
 
 
Proyecto del Delta
 
 
SEMINARIOS
 
 
Metodo de trabajo
 
 
Clases-Citywiki
 
 
PROPUESTA
 
 
1º Fase. Lo imprescindible
 
 
2º Fase. Lo necesario
 
 
3º Fase. Lo deseable9
 
 
CONCLUSIÓN
 
   
 
= INTRODUCCIÓN =
 
= INTRODUCCIÓN =

Revisión del 12:55 18 nov 2023

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INTRODUCCIÓN

Reflexiones del paradigma: Una Exploración Ecocéntrica en la Era del Cambio Climático y el Consumismo

En el amanecer del siglo XXI, nos encontramos ante un cruce de caminos crítico en la historia de la humanidad. Nuestra sociedad moderna, impulsada por el consumismo desenfrenado y el capitalismo voraz, se enfrenta a una crisis ecológica sin precedentes. En estas páginas, abordaremos el paradigma ecológico desde una perspectiva ecocéntrica, sumergiéndonos profundamente en la evaluación del estado del mundo actual. Analizaremos exhaustivamente las consecuencias devastadoras que estas tendencias tienen en el medio ambiente, las amenazas inminentes si no modificamos nuestro curso y las estrategias esenciales para revertir esta senda destructiva. Además, destacaremos el papel fundamental de la arquitectura y la imperiosa necesidad de abordar la masificación del turismo y consumismo como un elemento crítico en la búsqueda de soluciones.

¿En qué punto nos encontramos y qué consecuencias está teniendo?

La contemporánea sociedad que habitamos se encuentra inmersa en un paradigma industrial que, en su momento, se percibió como un avance beneficioso. Sin embargo, ha alcanzado niveles de insostenibilidad alarmantes. En un mundo globalizado, donde a menudo elegimos productos baratos de lugares lejanos en lugar de apoyar a negocios locales, el dinero ostenta un poder innegable. Cuando, la verdadera factura, expresada en términos de emisiones y daños ambientales, es inconmensurablemente más alta.

Por ejemplo, cuando optamos por ese producto económico de China, ignoramos las emisiones significativas generadas por el avión que lo transporta. Este enfoque consumista, impulsado por el capitalismo, se ha convertido en una maquinaria insaciable que explota sin piedad los recursos naturales. Los pequeños comercios ceden terreno ante las cadenas gigantes, con sus constantes ciclos de temporadas que promueven la obsolescencia programada de productos, fomentando la necesidad de reemplazar lo que ya no está "a la moda".

En este ciclo perpetuo, nos vemos atraídos por ofertas y descuentos, a menudo adquiriendo cosas que no necesitamos en ese momento, cayendo en la trampa del consumismo. Nos bombardean con publicidad, manipulándonos y arrastrándonos a un ciclo insostenible de compras y desechos. Esto se refleja en las montañas de ropa acumuladas en lugares inverosímiles, como el desierto de Atacama, oculto bajo toneladas de textiles. Pero la crisis no se limita a la ropa; los océanos también se ven asediados por montañas de plástico, creando islas del tamaño de países. La Gran Mancha del Pacífico Norte, entre Hawái y California, está estimada en 80,000 toneladas de plástico que abarcan una extensión de 1.6 billones de km², es decir, tres veces el tamaño de Francia.

En este mundo contemporáneo, los intereses económicos ejercen una influencia significativa en la formulación de políticas, perpetuando sistemas que favorecen la explotación desenfrenada de recursos naturales en beneficio de unos pocos. Las políticas que permiten la evasión de impuestos o la relajación de regulaciones ambientales a menudo benefician a las grandes corporaciones en detrimento de la salud del planeta y de las comunidades más vulnerables.

Una parte del problema radica en la poca concienciación de la población en general. La cultura del consumismo y la incansable búsqueda de riqueza han relegado la preocupación por el medio ambiente a un segundo plano. El afán de obtener más y más, en lugar de valorar la sostenibilidad y la preservación de la naturaleza, ha llevado a la sobreexplotación de recursos y la sobre generación de residuos.

¿Qué consecuencias está teniendo?

El consumo desenfrenado y la búsqueda constante de ganancias a corto plazo han llevado al agotamiento de ecosistemas enteros y a la degradación sin piedad de la Tierra. El planeta está siendo sometido a una presión insoportable, y el ritmo de consumo y producción que sostenemos es insostenible. La población global, en constante crecimiento, y la urbanización implacable han dado lugar a la expansión de gigantescas metrópolis devoradoras de tierra. En medio de la búsqueda insaciable de crecimiento económico, hemos perdido de vista la importancia de preservar y proteger el mundo natural que sostiene nuestra existencia.

Podríamos profundizar en innumerables temas interconectados, desde la crisis energética y económica relacionada con el agotamiento del petróleo, la desigualdad social, el poder de los magnates financieros, la influencia de las dudosas democracias atadas al capitalismo, la amenaza a la capa de ozono, la explotación animal, la explotación del suelo para producciones agrícolas, ganaderas o energéticas, el derretimiento de los casquetes polares, hasta la constante y acelerada pérdida de biodiversidad y extinciones masivas en todos los reinos naturales.

Pero tristemente, dos palabras ya forman parte de nuestro día a día: el Cambio Climático, un fenómeno innegable, está en la vanguardia de los desafíos que enfrentamos. La quema de combustibles fósiles y la deforestación han elevado las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, provocando la intensificación de eventos climáticos extremos, el aumento de las temperaturas globales y la acidificación de los océanos. Las olas de calor, las sequías prolongadas y los huracanes devastadores se han vuelto cada vez más comunes. Las comunidades menos favorecidas son las más afectadas, mientras que los principales responsables a menudo se escudan en sus privilegios económicos y políticos. Las poblaciones costeras están en riesgo a medida que el nivel del mar sigue aumentando, provocando la destrucción de hogares y la pérdida de vidas. La contaminación del aire afecta la salud de millones de personas, mientras que la pérdida de biodiversidad amenaza con desencadenar una cascada de problemas que afectarán la seguridad alimentaria y la estabilidad económica.

Las emisiones de gases de efecto invernadero, provenientes en su mayoría de los países industrializados, continúan sin control, a pesar de las advertencias científicas. Esta falta de acción refleja la influencia del dinero y el poder en la política global. Los intereses de la industria y la avidez por el beneficio inmediato prevalecen sobre la preservación de nuestro planeta y la prosperidad a largo plazo.

Esta interconexión de factores subraya la urgencia de un cambio profundo en nuestros valores y prácticas si deseamos abordar de manera eficaz los desafíos ecológicos que se ciernen sobre nosotros. Las proyecciones más pesimistas señalan una serie de escenarios catastróficos: la pérdida masiva de biodiversidad, la escasez de recursos vitales y el aumento de conflictos por su acceso se vislumbran en un futuro sombrío. Las poblaciones desplazadas debido a la degradación ambiental podrían dar lugar a crisis humanitarias a gran escala, y las áreas costeras podrían convertirse en zonas inhabitables.

¿Qué estrategias seguir?

Para revertir esta peligrosa tendencia que amenaza la salud de nuestro planeta, se requiere un cambio de paradigma que coloque a la Tierra y sus ecosistemas en el centro de nuestras preocupaciones, por encima de las ganancias económicas. En esta transformación, la arquitectura emerge como un actor clave. La planificación y el diseño sostenible de edificios y ciudades pueden marcar una diferencia significativa al reducir nuestra huella ecológica, minimizar el consumo de energía y crear un entorno construido en armonía con la naturaleza, no en su contra.

En el contexto de la masificación del turismo, un problema tristemente cada vez más común en el litoral mediterraneo, se torna aún más esencial promover prácticas responsables que minimicen tanto el impacto ambiental como el cultural. La preservación de la belleza natural de los lugares, como de zonas totalmente vírgenes y el bienestar de las comunidades locales debería ser unos factores determinantes en la práctica del turismo.

La arquitectura sostenible abarca una serie de enfoques y estrategias que apuntan a la eficiencia energética y a la utilización de materiales respetuosos con el entorno. Asimismo, se centra en la integración de diseños que consideran la topografía local, el clima y la biodiversidad. Pero, además de una manera de construir y diseñar más respetuosa con la naturaleza, también se debe promover la renaturalización de lugares arrebatados a la naturaleza, que han visto peligrar su biodiversidad a causa de la expansión urbana. Restituirles su función ecológica y permitir que la naturaleza recupere su equilibrio es esencial.

En este proceso, la demolición sostenible de estructuras que han contribuido a la degradación del entorno se convierte en un paso necesario. La demolición sostenible no solo busca reducir la generación de residuos, sino que también promueve el reciclaje de materiales y la economía circular.

En el ámbito de las ciudades, la planificación urbana sostenible busca crear espacios que fomenten la movilidad sostenible, como el transporte público eficiente, la promoción del ciclismo y el diseño de ciudades que fomenten el caminar. La infraestructura verde, que incluye parques y áreas verdes, no solo mejora la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también ayuda a absorber las emisiones de carbono y a conservar la biodiversidad local.

Todas estas prácticas con un enfoque ecocéntrico, puede marcar la transición hacia un entorno construido más en alianza con la naturaleza y menos perjudicial para la biodiversidad local. La renovación y revitalización de espacios urbanos y rurales de esta manera contribuyen a la restauración de ecosistemas dañados y al fortalecimiento de la resiliencia de la naturaleza en un mundo en constante cambio.

Problemáticas en el litoral Mediterráneo

El litoral costero del Mediterráneo, con su mezcla de belleza natural y biodiversidad única, enfrenta desafíos considerables relacionados con la construcción y el cambio climático que amenazan tanto la integridad de los ecosistemas y ecotonos, como la seguridad de las comunidades que viven en estas zonas de gran valor ecológico y cultural.

Uno de los problemas más acuciantes en estas regiones costeras es la urbanización descontrolada. El atractivo de estas áreas ha llevado a una proliferación de infraestructuras, en particular hoteles y desarrollos turísticos, a menudo sin un adecuado plan de ordenación territorial. Este crecimiento desenfrenado puede resultar en la sobreexplotación de la línea de costa y la degradación de hábitats costeros sensibles. La construcción ilegal y la ubicación demasiado cerca de la línea de costa no solo desafían la legalidad, sino que también contribuyen a la erosión de playas y la destrucción de su biodiversidad, además de poner en peligro la construcción y las personas que la habiten, pues no se tienen en cuenta el transcurso de la naturaleza en sus cada vez más agresivos temporales.

El cambio climático, con su aumento de la frecuencia e intensidad de temporales y tormentas en el Mediterráneo, exacerba estos problemas. Los eventos climáticos extremos provocan la erosión de la costa y la destrucción de infraestructuras que se encuentran en áreas vulnerables. Además, el aumento del nivel del mar, impulsado por el cambio climático, es una amenaza creciente para las áreas bajas del litoral, lo que requiere una adaptación adecuada para proteger a las comunidades y a sus medios de vida.

Para abordar la erosión costera y proteger las infraestructuras, se han implementado soluciones temporales como el relleno de playas con arena y la construcción de espigones, además del continuo arreglo tras dichos temporales. Estas medidas son económicamente insostenibles, ya que estos destrozos van a ir aumentando su frecuencia y gravedad, nos hemos convertido en cautivos de esos desmesurados costos de arreglos por no haber escuchado a la naturaleza y haber previsto estos hechos. Además, tienen impactos ecológicos significativos, alterando el flujo natural de sedimentos y afectando negativamente a los ecosistemas marinos, incluidos los hábitats de peces y otras formas de vida marina.

Otro desafío es la desaparición de deltas fluviales, debidas en gran medida a la construcción de presas y embalses que retienen grandes cantidades de sedimentos que normalmente se transportarían a los deltas. Es esencial el equilibrio entre el mar que retira los sedimentos y el río que los deposita. Al no hacerlo, el mar se va tragando el delta, avanzando la línea de costa. Además, otros problemas graves son:  la extracción excesiva de agua de los ríos a través de pozos ilegales, que reduce el caudal de agua que llega al mar; y la alteración del curso de los ríos mediante la construcción de cajones y estructuras de canalización para permitir la urbanización en las áreas circundantes, interrumpiendo el flujo natural. Este fenómeno tiene consecuencias significativas, ya que estos ecosistemas cumplen un papel vital como hábitat de numerosas especies, ya que es la unión de dos aguas y de varios ecosistemas, además de sumideros naturales de nutrientes y sedimentos, y también desempeñan un papel crucial en la protección contra inundaciones, ya que absorben y dispersan el agua de manera efectiva.

La conservación del litoral costero del Mediterráneo exige un enfoque holístico que promueva la planificación sostenible, la restauración y renaturalización de ecosistemas costeros, la regulación de la construcción en áreas sensibles y la adaptación al cambio climático. Es esencial considerar tanto la biodiversidad como la seguridad de las comunidades en la toma de decisiones relacionadas con el desarrollo y la gestión de estas áreas críticas.

La concienciación pública sobre la importancia de proteger y preservar el litoral costero es fundamental para lograr un equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación de los valiosos ecosistemas  del Mediterráneo. El futuro de estas regiones depende de la capacidad de las comunidades locales, los gobiernos y los actores ambientales para trabajar juntos en armonía con la naturaleza y asegurar la sostenibilidad a largo plazo de estas impresionantes costas.


Proyecto del Delta

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La región del delta de Vélez se destaca por su importancia desde diversos puntos de vista. Desde una perspectiva histórica, observamos en la imagen que hace más de 8.000 años, el nivel del mar se adentraba considerablemente en el valle, formando una especie de ensenada que albergaba asentamientos fenicios, cuyas ruinas serán objeto de nuestro estudio. A lo largo del tiempo, este área se fue rellenando con sedimentos transportados de manera natural desde las montañas por las lluvias y los ríos, depositándose gradualmente en el lecho, completando así toda la zona y dejando únicamente el surco del río. La evidencia de estos procesos se encuentra en los yacimientos fenicios, donde se han descubierto restos de antiguos puertos marítimos, respaldados además por el análisis de la composición y formación geológica. Todo ello entraremos en detalle en cada área específica de trabajo.


El río Vélez baja hasta el mar con aguas de distintos ríos y arroyos que desembocan en él, como hemos estudiado en el siguiente esquema, pero todo esto no es suficiente para tener el caudal suficiente para mantener la funcionalidad ecológica del humedal que debe tener. Todo este problema viene de más arriba.

La concepción del Embalse de La Viñuela se planteó inicialmente en 1905, pero su construcción no comenzó sino hasta 1982, culminando en 1989. Con una capacidad de 165 hectómetros cúbicos, abarca una extensión de 565 hectáreas y recoge las aguas de la cuenca del río Guaro y ocho de sus afluentes (ríos La Cueva, Solano, Seco, Alcaucín, Bermuza, Almanchares, Granados y Rubite).

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Este embalse, junto con la proliferación de pozos ilegales en la zona, ha provocado la disminución del nivel freático en la región y ha transformado el río Vélez en prácticamente un desierto a lo largo de su curso. Además, uno de los problemas generados por el embalse es la retención de sedimentos. El agua que proviene de los ríos aguas arriba transporta consigo sedimentos que, en condiciones naturales, seguirían su curso hasta el mar, manteniendo un equilibrio entre la acumulación de tierra en el delta y la erosión marina. Sin embargo, al quedar atrapados en el embalse, este equilibrio se rompe, dejando al mar como el único agente que cumple su función. Esto provoca la retirada del delta y el avance de la línea de costa.

Esta problemática ha causado un cautiverio al ser humano y a su economía, ya que se ven obligados a realizar rellenos artificiales con arena para preservar la zona. Esta situación se ilustra de manera clara en la siguiente imagen.

PROYECTOS LARIOS.png

Una amenaza significativa es el ambicioso proyecto de Larios, planteado en la margen derecha del río, cuya ejecución podría comprometer varios de los valores ecológicos de la zona. Este proyecto, de proporciones colosales, conlleva riesgos desde el mismo funcionamiento de la vida del mar hasta los movimientos naturales de arena, ya que propone la construcción de una marina deportiva que se adentra en la urbanización. De acuerdo con varios artículos, se planea albergar 1.221 viviendas, con un porcentaje asignado a vivienda pública, así como 2.152 habitaciones hoteleras, inicialmente concebidas como diversos 'resorts'. La propuesta incluso contempla el delta como espacios libres públicos.

Este desarrollo urbanístico no solo incluye medidas contra la inundabilidad en la margen derecha del río, sino también la construcción de puentes correspondientes sobre el río. Es evidente que todo esto ha sido concebido sin tener en cuenta el curso de la naturaleza, especialmente considerando las proyecciones del cambio climático que apuntan a la elevación del nivel del mar y a eventos climáticos extremos, los cuales podrían acabar por destruir toda esta infraestructura. Este factor añade una capa adicional de preocupación y cuestiona la sostenibilidad a largo plazo de dicho proyecto.

El conjunto del proyecto consiste en trabajar en 5 zonas importantes: El delta del Río Vélez, el Peñón de Almayate, los yacimientos arqueológicos, el antiguo camino de Málaga que actualmente consta de vía pecuaria, y los márgenes del Río Vélez.


SEMINARIOS

Metodo de trabajo

Parte 1 – El enfoque mental

La primera parte del curso se planteó como lecciones de debate abierto que sirvieron para entrenar la mente en el enfoque crítico que se debería haber seguido durante todo el desarrollo del curso y por tanto del proyecto. Se trataba principalmente de insinuar dudas y hacer preguntas: ¿cual es un proyecto arquitectónico real? ¿Cuáles son los aspectos que más debemos tener en cuenta en un proyecto? Y ademas, ¿cuando diseñamos seguimos siempre una idea que imponemos en cada proyecto o nos adaptamos a los contextos? Las primeras reflexiones nos llevan a comprender cómo la arquitectura del futuro es aquella que consigue convivir el mayor número de aspectos posibles, que se libera de la idea obsoleta según la cual composición significa arquitectura. Cuanto más la arquitectura produce biodiversidad, tanto más real es. Una arquitectura hecha de ideales no produce diversidad, al contrario tiende a separar áreas, no a mezclar diferencias. Entonces, ¿cómo deberíamos planificar? Según principios clave, y no ideas de formas y materiales predefinidos, trabajar para que el proyecto sea abierto, democrático, en continuo desarrollo y lleno de diversidad.

Parte 2 – Ver para creer

El segundo paso fue llevarnos a lugares similares a los que habrían sido los temas del proyecto, para que pudiéramos ver de primera mano cuáles son los aspectos problemáticos de un ecosistema como el de las márgenes de los ríos. En este sentido, la visita al Río Genil sentó las bases para una mayor conciencia: escuchar los sonidos de la naturaleza que progresivamente aumentan y tapan el ruido de la ciudad, leer la arquitectura en la naturaleza y no en los elementos arquitectónicos construidos, reflexionar sobre la desarrollo de la naturaleza en función de su conformación o de la acción humana. El viaje al Río Genil realmente nos hizo comprender que la acción humana puede afectar la naturalidad, un control exagerado sobre tal ecosistema produce efectos contrarios a los necesarios en la realidad: encauzar el río por ejemplo es una acción muy recurrente en contextos urbanos que sin embargo produce un efecto contrario: limitar el desarrollo de la vegetación y reducir la biodiversidad. Además, el viaje tenía un segundo propósito: el de reunir a un grupo de estudiantes y transformarlos en un grupo de trabajo compacto. De hecho, durante el curso conocernos mejor y no ser simples compañeros de universidad nos ayudó a gestionar mejor el trabajo en grupo y optimizar la colaboración entre todos los miembros.

Parte 3 – Volvir a los temas medioambientales

En la reanudación de las lecciones tradicionales, nos presentamos con las indispensables conciencias adicionales y sin duda estábamos listos a discutir la cuestión medioambiental. Construir en determinadas zonas de riesgo de inundación es un gran peligro y una acción muy extendida que habría que detener; el peligro, que a menudo atribuimos al comportamiento imprevisible de la naturaleza, En realidad, está relacionado con el comportamiento humano irresponsable que ha explotado la naturalidad hasta que ella se ha rebelado. Ahora en algunos contextos es necesario abrir una reflexión sobre cómo comportarse para acercar las condiciones lo más posible a lo que eran antes de la intervención humana, pero no siempre es factible. Pensemos a este respecto en la intensiva edificación que se ha realizado en las costas mediterráneas de España e Italia. Por lo tanto, nuestras reflexiones deben dividirse entre un análisis deductivo de las acciones pasadas y unas propuestas de proyectos que aprovechen los errores del pasado.

CLASES CITYWIKI

Creo que ninguno de nosotros al comienzo de este curso creía que podía acercarse a una nueva forma de pensar, dejando de lado los puntos de apoyo, que como arquitectos, nos fueron inculcados desde el primer día de la universidad. La arquitectura antes no era más que la construcción con función capitalista y funcionalista, o más bien era cómodo pensar que esta era la forma correcta de construir. Todos nosotros, más o menos, presentábamos desde el inicio de este curso de diseño una visión más crítica de la arquitectura actual, dirigida a comprender los temas que poco a poco se tratarían. Hablar de medio ambiente, y de cambio climático, obviamente, no nos ha resultado nuevo, siendo en los últimos años el tema más abordado en todo el mundo. Lo que nos costó entender el vínculo entre el medio ambiente, y los problemas resultantes, con la arquitectura o, más en general, con la construcción de edificios. Lamentablemente, en este informe hemos tenido que constatar la presencia de un verdugo y de una víctima. El egocentrismo de la sociedad ha sentado las bases para una destrucción masiva de la riqueza natural de nuestro mundo. La pérdida de diversidad, hizo creer al hombre que podía actuar como mejor le gustaba, haciendo del mundo una hoja en blanco para arrancar donde se presentaba la necesidad y para marcar con rotuladores indelebles por el simple hecho de hacerlo. No ha sido fácil comprender cómo hacer para cambiar de rumbo. Las lecciones del profesor y sus invitados nos han permitido crear un pensamiento crítico, juzgar las acciones pasadas y desarrollar ideas nuevas que dirigen la mirada no ya a una visión egocéntrica sino a la tutela, salvaguardia y valorización del ambiente. La naturaleza en cuanto tal es un mundo diferente de la sociedad artificial humana, esto no determina necesariamente la exclusión recíproca, sino que podría generar una relación fructífera para ambos frentes. La naturaleza no necesita el mantenimiento humano, pero también es cierto que en los puntos de contacto pueden existir "arquitecturas" o incluso infraestructuras que permitan al hombre un uso respetuoso del medio ambiente, sin alterar ni dañar la flora y, en consecuencia, sin provocar una pérdida de biodiversidad. El lugar toma identidad gracias a las partes que lo componen. La naturaleza es tal por su biodiversidad, por su clima y microclima, por su fauna y su flora, el medio ambiente humano está compuesto por innumerables otros factores que no están comprometidos por nadie más que por el hombre mismo. El respeto por nuestro entorno es la base de una buena relación con el medio ambiente, la concienciación social juega un papel importante en el cambio de mentalidad, pero es la visión futura que nos permite a los arquitectos imaginar un LUGAR mejor que el que nos ha llegado en herencia. El hombre tiene un largo camino por recorrer para mejorar la situación actual, pero si solo pensáramos en las posibilidades que tenemos para permitir esto, ya estaríamos viviendo en una utopía "real", solo a la espera de la realización. A continuación incluyo algunos de los comentarios, a mi modo de ver, entre los más interesantes desarrollados durante el curso, útiles para comprender el medio ambiente que hoy vivimos, la sociedad en la que vivimos, y el deseo de cambiar de activos y mejorar la relación entre construcción y medio ambiente. Este curso ha sido una escuela de pensamiento e ideal para el cambio.


“Mi mente ya está más abierta, estoy aprendiendo a pensar más allá de lo que estamos acostumbrados a ver todos los días.”

“Me fascina cómo la naturaleza sola puede crear arquitectura.”

Aurelia

“No valoramos los parajes naturales que poseemos.”

“Nunca antes había sido consciente del gran impacto que tiene la arquitectura en el entorno”

Antonia

“Tenemos la presunción de que la naturaleza depende de nuestras acciones, que no es verdad”

“Proteger un ecosistema no significa eliminar la presencia del hombre, sino garantizar su supervivencia”

“La urbanización incontrolada, los cambios de uso del espacio, la construcción de la presa son sólo algunos aspectos que dañan el ecosistema”

Alessandro

“La sociedad actual no me parece inclinada a un cambio radical”

“La planificación multidisciplinaria e integrada con la población son las únicas soluciones a los retos del mañana.”

Leo

“Tenemos que promover una relación armoniosa entre el hombre y la naturaleza, un equilibrio entre el entorno construido y el natural, que no deben estar en una relación jerárquica de dominación de uno sobre el otro, sino que deben fundirse juntos.”

Cloe

“Debemos trabajar para que las construcciones humanas queden "ocultas" a fin de crear un entorno sano para la fauna.”

“Tenemos que desarrollar una arquitectura que adopte un enfoque ecológico y social, porque estamos construyendo en la "naturaleza" y para las personas, no por dinero.”

“No hay necesidad de plantar, la naturaleza lo hará por sí misma y será tanto más natural.”

Baptiste

“El hombre no está en el centro de todo, el ambiente tiene su conformación, su vegetación, su fauna, su clima y su microclima, tiene su importancia, su historia y su identidad, el hombre y en este caso los arquitectos estamos llamados a trabajar respetando lo que encontramos”

“Nuestro objetivo último debería ser mejorar una situación crítica y no explotarla a nuestra conveniencia devolviendo una tragedia ecológica. El hombre no tiene derecho a dejar una huella indeleble en el medio ambiente. Es obvio que el mundo no puede ser cambiado, sino que puede mejorar.”

Giacomo


“La conciencia social es, por lo tanto, el requisito básico, no para tener ideas, sino para moldearlas y transformarlas en proyectos, que se conforman dentro de los límites de la sostenibilidad fuerte (requisito fundamental, especialmente actualmente).”

Luna

“Venimos desde que nacimos educados en que la sociedad capitalista y consumista es lo que hay, y realmente es muy difícil abrir los ojos y la mente y siquiera imaginarse otra manera de hacer las cosas, en plantearse problemas de lo que siempre ha sido bueno y rentable económicamente.”

“La excursión nos abrió los ojos con como el ser humano transforma de manera irracional, cambiando todo el funcionamiento del ecosistema del río”

Elia

“La arquitectura debería naturalizarse.”

“Es difícil satisfacer las necesidades humanas y de la naturaleza al mismo tiempo, es importante siempre confrontar, colaborar y finalmente pensar en arquitecturas flexibles, capaces de adaptarse y cambiar con el tiempo.”

Giulia

“lo que debemos plantear debe ser muy sencillo (no simple), pero muy intenso y didáctico, debe ser capaz de adaptarse a los cambios que plantee el paso del tiempo y sobre todo, componiendo con la naturaleza.”

“Establecer un orden donde la fauna y flora se desarrolle y el humano pueda estar presente en este proceso.”

Alberto

“Debemos de pensar más allá de solo construir sustentable, pensar en todas las formas en que las edificaciones existentes son una pequeña parte del gran problema que se va causando en los ecosistemas.”

Heizel

“La naturaleza tal y como la conocemos actualmente es el resultado de años de cambios y de la violencia que le hemos infligido, todo lo que se nos ha dado lo hemos consumido y arruinado”.

“Entender la verdadera naturaleza del río también es arquitectura, entender cómo cambia el río por la mano del hombre siempre es arquitectura, la naturaleza que lo rodea también es arquitectura.”

Camilla

“Es el abandono de los grandes principios tranquilizadores, que permitían visiones unitarias y ciertas, lo que abre un nuevo escenario hecho de un relativismo que caracteriza las elecciones en muchos campos del conocimiento.”

Gaia

“El acercamiento ecocéntrico empieza a surgir de la necesidad de generar un cambio o tratar de desacelerar el rápido cambio climático que vivimos hoy en día y creo es una decisión tardía, pero que cada vez obtiene más fuerza, al tratar de luchar contra las empresas gigantes que nos recomiendan hacer uso responsable de los recursos que disponemos mientras ellos disponen de lo que quieran a la palma de la mano.”

Sebastian