Usuario discusión:DIGLIO
Relacionarse con un entorno natural ya urbanizado es muy complicado, enfrentarse a la naturaleza y a la mano del hombre no siempre es sencillo. La visita sentó algunas bases para enfrentarse críticamente a lo existente. Lo que me parece muy importante, y que probablemente siempre he subestimado, son los sentidos en la arquitectura. Observar la arquitectura, olerla, asimilar sus sonidos, percibir los colores de otra manera, acercarse creando un contacto físico, es algo muy importante y no deja lugar a lagunas en la interpretación. Pedalear por la carretera fue el contacto con ella, con la arquitectura como caminos hechos por el hombre, con la naturaleza como presente de diferentes maneras en el territorio, al principio presente de una manera muy vaga y poco espontánea, y luego volviéndose completamente libre. El olor, desde el momento en que empezamos a respirar aire contaminado por las máquinas hasta el aire casi virgen. Los sonidos también fueron fundamentales, partiendo de un contexto urbanizado, así que escuchando los coches, la gente, los sonidos de las calles hasta finalmente escuchar el follaje de los árboles, los pájaros y finalmente recoger el sonido del río por el que habíamos estado caminando desde el principio. Los colores también nos hacen comprender la relación entre la arquitectura y el hombre, el verde está inicialmente confinado, separado y distante, hasta que se vuelve espontáneo y libre.