Monografico de Proyectos 2023-2024/GONZALEZ,ANTONIA

Clases 13/09 y 20/09 Estas dos últimas clases a las que he asistido de Monográfico del Proyecto me han abierto bastante los ojos. Pese a ser mi tercer año estudiando arquitectura, nunca antes había sido consciente del gran impacto que tiene la arquitectura en el entorno. Entendía la trascendencia social, económica, urbana y ecológica de un proyecto. Pero ecológica, desde un punto de vista falso, o mejor dicho, antropocentrista, siempre pensando desde una perspectiva egoísta por y para el ser humano. No bastan de nada las cubiertas vegetales cuando has talado toda una parcela para colocar tu edificio. Si un proyecto no se empieza a idear con una intención verdaderamente ecosocial, maternal, en el que el proyecto no solo respete el entorno sino que lo cuida y lo convierte en un medio más fructífero y rico, nunca va a ser sostenible. Además, tras ver tantos ejemplos de corrupción y especulación en la arquitectura y urbanismo, me hace darme cuenta de que el arquitecto, además de necesitar tantísimo conocimiento en muchos ámbitos, debe desarrollar una moral, un pensamiento crítico lo suficientemente fuerte como para no dejarse llevar por los beneficios económicos. Me asusta verdaderamente ver cómo el egoísmo de unos pocos puede ocasionar tales males a la mayoría.

Clase 27/09 El paseo en bicicleta me ha enseñado mucho acerca de cómo afrontamos los humanos los problemas: siempre de la forma más burda y barata. No valoramos los parajes naturales que poseemos; tenemos un río que cruza la ciudad, con la riqueza que esto aporta, y procedemos a hormigonar todo su cauce. Basta de actuar así. Podemos volver a convertir ríos de cemento en ríos de vida simplemente dejando la naturaleza actuar (aunque mejor si nosotros le ayudamos). Aparte del desasosiego que me produjo darme cuenta del antropocentismo tan egoísta que manejamos, fue muy agradable ver cómo a medida que íbamos dejando la ciudad, el río volvía a ser lo que era: la magnífica bóveda de árboles, la alfombra de hojas, los sonidos de los animalillos, del agua corriendo, etc. También me gustó saber todo lo que proporciona un río a un entorno: la unión de ecosistemas, la variedad de flora y fauna... En conclusión, me ha encantado la excursión en bicicleta, aparte del hecho de que es una metodología práctica que permite aprender mucho y comprender el entorno de una forma directa, permite una mayor relación entre los compañeros de clase, creando un ambiente de trabajo mucho más cómodo que en un futuro podrá convertirse en un equipo.