Monografico de Proyectos 2024-2025/GARRIDO

'REFLEXION DE LA CLASES 17 DE SEPTIEMBRE Y 24 DE SEPTIEMBRE. ' Desde el inicio de la asignatura, no tenía una idea clara sobre su contenido, lo que generaba cierta incertidumbre acerca de lo que trataríamos. Sin embargo, al profundizar en los temas, comprende que se enfoca en un asunto sumamente relevante en la actualidad: el cambio climático y su impacto en la arquitectura y el urbanismo. Me sorprenderé cómo este fenómeno está afectando nuestro entorno y cómo se prevé que sus efectos se intensifican en el futuro. La asignatura ha abierto la posibilidad de desarrollar proyectos enfocados en mitigar y adaptarse a los desafíos que plantea. El cambio climático o las variaciones ambientales, que es una preocupación creciente, nos ha llevado a considerar la necesidad de realizar proyectos que respondan a esta problemática. La asignatura nos ha mostrado la urgencia de empezar a trabajar en propuestas que no solo contemplan la eficiencia en el uso de recursos, sino que también promueven la resiliencia frente a las alteraciones climáticas. En este sentido, me parece interesante cómo la planificación de nuevos asentamientos humanos puede incluir criterios que respondan tanto a la expansión urbana actual como a los cambios ambientales que estamos experimentando. Uno de los temas recurrentes en la asignatura ha sido la discusión sobre qué es y qué no es sostenible. A menudo, se tiende a confundir la verdadera sostenibilidad con conceptos que pueden ser engañosos. Muchas veces, en la arquitectura, se disfraza lo "sostenible" utilizando materiales o elementos que parecen respetuosos con el medio ambiente, pero que, en realidad, no cumplen con criterios reales de sostenibilidad. Un ejemplo común es la creencia de que la ausencia de residuos o el uso de vegetación es suficiente para calificar un proyecto como sostenible, cuando en realidad la sustentabilidad implica mucho más. Este concepto abarca desde el diseño, su forma de construcción hasta la integración con el entorno, y debe evaluarse en función de su impacto a largo plazo. Otro punto que discutimos a fondo fue cómo, en la actualidad, existe una tendencia a diseñar una arquitectura más cerrada y centrada en los espacios interiores, dejando de lado la interacción con el entorno exterior. Esta desconexión entre la arquitectura y el urbanismo es problemática, ya que no permite que las edificaciones respondan de manera adecuada al contexto ambiental y social en el que se encuentran, incluso económico. Es importante desarrollar un enfoque más integral, donde los proyectos arquitectónicos no solo consideran los espacios interiores, sino también cómo estos se relacionan con el entorno urbano y natural. Durante la clase del martes 24 de septiembre, se profundizó en la idea de que la sostenibilidad no solo se trata de utilizar materiales "verdes". La verdadera sostenibilidad va más allá de los componentes individuales de una construcción; implica también cómo estos se configuran de manera armónica dentro del espacio en el que se ubican. Discutimos cómo, en la actualidad, muchas veces no se logra una conexión adecuada entre los edificios y el lugar en el que se construyen, lo que genera un aprovechamiento inapropiado de la naturaleza. La asignatura ha sido una oportunidad para reflexionar sobre el impacto en la arquitectura y el urbanismo. Hemos aprendido que la sostenibilidad no es solo una cuestión de materiales, sino de cómo se diseñan e integran las construcciones en su entorno, en equilibrio con la naturaleza y las necesidades de las personas. Es necesario replantear nuestras estrategias de desarrollo urbano y arquitectónico para enfrentar los retos que se ahora o/y en un futuro.

REFLEXION MARTES 1 DE OCTUBRE En esta salida, se realizó un recorrido al alrededor del río Genil, pudimos apreciar de cerca la influencia que ha tenido la intervención humana en su entorno. Desde nuestra partida en una zona donde la mano del hombre había modificado considerablemente el curso del río, también observamos cómo se reflejaban dos paisajes contrastantes: uno más urbanizado, con presencia de edificios, y otro más natural. A medida que avanzábamos, notamos cómo la huella de la intervención humana iba desapareciendo gradualmente, permitiendo al río fluir de forma más natural a lo que es su entorno. Sin embargo, aun en medio de esta transición, encontramos obstáculos como una valla que separaba a las personas del río, dificultando la conexión con la naturaleza, y con el entorno.

Al llegar a la otra orilla del río, experimentamos un entorno mucho más natural, donde el río seguía su curso de manera auténtica, sin la influencia directa de la intervención humana. Observamos cómo se integraba armoniosamente con su entorno, destacando la belleza de un paisaje creado por su propia naturaleza. Esta experiencia nos lleva a reflexionar sobre cómo la intervención humana puede alterar un paisaje, alejándonos de una planificación urbana que busque integrarse de manera consciente con el entorno. Es esencial repensar la arquitectura y el urbanismo, priorizando la sostenibilidad y reconectándonos con la naturaleza y los seres vivos que habitan en ella. Debemos detenernos a considerar cómo construimos nuestro entorno en medio de los cambios que enfrentamos actualmente, como es el cambio climático que se refleja mucho en estas épocas. La sostenibilidad no debe ser solo un concepto, sino una acción efectiva y comprometida en la creación de espacios que armonicen con la naturaleza y promuevan la vida en todas sus formas. No es necesario llevar las cosas al extremo de insegurizar un espacio urbano al sobreexplotar la sostenibilidad, los recursos naturales y los espacios verdes, ya que en ese proceso la arquitectura puede perder su potencial. Es importante encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y el desarrollo urbano, permitiendo que la arquitectura se integre con su entorno sin comprometer la seguridad ni la calidad de vida de quienes lo habitan.

CLASE DEL DIA 08 DE OCTUBRE. En la próxima clase, presentaré mi enfoque sobre cómo abordar los proyectos relacionados con problemáticas ambientales en una zona específica. En este caso, compartiré un ejemplo de un proyecto que realicé en Chile el semestre pasado, que se centra en la vulnerabilidad mental y cómo esta se ve afectada por el cambio climático. Comenzamos investigando sobre la vulnerabilidad ambiental y llegamos a la conclusión de que existen dos categorías principales: aquellas relacionadas con cambios climáticos y aquellas causadas por actividades humanas que impactan la naturaleza. Identificamos que las catástrofes naturales adquieren un mayor impacto cuando afectan a las personas. Por ejemplo, los aluviones son fenómenos naturales, pero se convierten en problemas significativos cuando impactan a la población local. Otros desastres, como los incendios forestales, también fueron analizados en este contexto. Llevamos a cabo un estudio en comunidades ubicadas en laderas de cerros, donde las principales preocupaciones eran los aluviones, deslizamientos de tierra e incendios forestales. Estas problemáticas se derivaban tanto de cuestiones ambientales como sociales y económicas, incluyendo la falta de accesibilidad a viviendas sociales y la escasa atención de las autoridades locales y privadas. Tras analizar en profundidad estas cuestiones y dialogar con los residentes de las comunidades afectadas, identificamos la necesidad de una planificación urbana adecuada y de una coordinación efectiva entre las autoridades locales y la comunidad. Se propusieron medidas preventivas a corto, mediano y largo plazo, con distintas fuentes de financiamiento para abordar las diversas problemáticas. Además, se creó un tríptico informativo con recomendaciones para la prevención y seguridad de las personas ante posibles desastres naturales. Este proyecto no solo destacó la importancia de abordar los problemas ambientales de manera integral, considerando sus repercusiones en aspectos sociales, políticos y económicos, sino que también subrayó la necesidad de concienciar a la comunidad sobre la importancia de la prevención y la colaboración para hacer frente a estos desafíos. La colaboración entre las autoridades locales, los residentes y otros actores relevantes resulta fundamental para implementar medidas efectivas y sostenibles que reduzcan la vulnerabilidad frente a los impactos climáticos y ambientales. Además, este proyecto demostró que la planificación anticipada y la educación comunitaria son herramientas clave para fortalecer la resiliencia de las comunidades frente a amenazas ambientales y promover un desarrollo sostenible a largo plazo. La participación activa y la sensibilización de la población son pilares fundamentales para construir sociedades más resilientes y preparadas para enfrentar los desafíos ambientales del futuro. [[

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